Ya sea para mantener la salud de tus uñas o para aplicar el esmalte más fácilmente, la preparación de las uñas es una parte esencial de cualquier rutina de manicura, ¡y es una verdadera lástima olvidarse de ella!
No nos cansaremos de repetirlo, pero cuidar tus uñas y mantenerlas en buen estado también ayuda a optimizar la duración del esmalte, y la preparación forma parte de ello.
Así que aquí tienes una guía rápida paso a paso y algunos consejos para obtener resultados realmente eficaces y duraderos.
¡El buen sentido de la lima!
Empieza limándote las uñas para darles la forma que prefieras.
Tanto si te gustan las uñas cuadradas, ovaladas, almendradas o en punta, es importante limarlas con cuidado. Utiliza una lima adaptada a las uñas naturales, usa el lado más suave y evita a toda costa hacer movimientos hacia delante y hacia atrás, ya que parten y debilitan las uñas.
Para ello, coloca la lima casi paralela a la uña y trabaja suavemente. Empieza siempre por los bordes y retrocede hacia el centro en una única dirección. A continuación, aplica la misma técnica al otro lado de la uña.
Una vez que domines la técnica, diviértete experimentando con distintas formas de uñas hasta encontrar la que mejor se adapte a tu estilo.
Mima tus cutículas
¡Paso 2! Recuerda que tus cutículas son pequeñas franjas de piel muy frágiles que protegen la matriz ungueal. Aunque es importante empujarlas hacia atrás para limpiar el contorno de las uñas y facilitar la aplicación y duración del esmalte, debes tener cuidado de no dañarlas.
¡Tenemos una técnica infalible para conseguirlo! Primero, aplica una gota de Emoliente Eficaz en la base de las uñas y deja actuar un minuto para ablandar las cutículas. Masajea suavemente y luego retira el exceso con un algodón.
A continuación, empuja suavemente las cutículas con la punta redonda de tu empujador de cutículas, siempre en el sentido contrario al del crecimiento de la uña y sin ir hacia delante y hacia atrás para evitar arañarla.
Si es necesario, utiliza la punta cuadrada para despegar las esquinas y unas pinzas para cutículas para cortar el exceso de piel muerta, ¡pero nunca demasiado cerca del borde y solo si es necesario!
¡Bien hecho! El contorno de tus uñas está limpio, y menos mal, porque si te pones el esmalte en las cutículas corres el riesgo de que se despegue antes de tiempo.
Pulir con suavidad
Para este penúltimo paso, usa una lima de acabado.
Esta herramienta mágica iguala y alisa la superficie de tus uñas para prepararlas para la Base Coat o el tratamiento. Este es un paso clave que mejorará significativamente la duración del esmalte.
Para ello, basta con pulir ligeramente la superficie de la uña en la dirección del crecimiento, sin hacer movimientos hacia delante y hacia atrás. Es decir, desde la base hasta la parte superior de la uña, terminando en el borde de la uña.
Ni grasa ni polvo
El último paso de la preparación es desengrasar las uñas para eliminar cualquier residuo de grasa y/o polvo que pudiera minimizar la adherencia del esmalte durante la aplicación.
Todo lo que necesitas es quitaesmalte y unos discos de algodón para limpiarte las uñas antes de aplicar el esmalte. Para ello, utiliza el quitaesmalte Green Flash, que dejará tus uñas limpias y cuidadas sin resecarlas.
Ahora tus uñas están limpias, secas y preparadas para la siguiente fase de tu manicura, ¡la aplicación de la Base Coat o de un tratamiento!
Disfruta de 💅🏻
